En apenas 22 días, el 28 de diciembre, se cumplirá una década del terrible accidente que sufrió Michael Schumacher mientras esquiaba en Meribel acompañado, entre otros, por su hijo Mick, ahora piloto de Alpine en el WEC.
Desde entonces, apenas se han destilado algunas noticias del estado del heptacampeón del mundo de Fórmula 1.
Su mujer, Corinna, así como su familia y personas más allegadas quieren preservar la intimidad y privacidad del 'Káiser', que hoy día se desconoce si puede articular palabra.
Una de las pocas personas que tiene contacto asiduo con él y que puede ir a visitarle es Jean Todt, su jefe en la época de Ferrari y posterior presidente de la FIA.
En una entrevista en 'La Stampa', el francés ha señalado que en estos últimos años ha podido ver carreras de F1 junto a Schumacher.
"Michael es un amigo, lo considero parte de mi familia. Voy a verlo con regularidad y en el pasado hemos seguido Grandes Premios de F1 por la televisión", ha explicado.
Eso sí, cuando le preguntan cómo se encuentra ahora, Todt no quiere responder: "Es un asunto privado. Lo único que diré es que adoro a Michael, adoro a su familia y es correcto respetar su privacidad. La relación con él, al principio fue sólo profesional, luego cada vez de mayor confianza, hasta que se convirtió en una gran amistad".