Lewis Hamilton ha vuelto a ganar una carrera de Fórmula 1. Hace años, esta frase no habría sido ni noticia. No lo habría sido porque el inglés, el siete veces campeón del mundo, no paraba de lograr victorias y de conseguir Mundiales. Sí, hace años no lo habría sido... pero en este 2024 todo es diferente.

Porque el inglés ha ganado en Inglaterra. En casa. En Silverstone. Ha vuelto a escuchar ese himno que tantas veces se ha oído en las ceremonias de podio de Fórmula 1. Ha degustado nuevamente el sabor del champán.

Del éxito. De la misión completada. De haber sido el mejor durante un fin de semana de F1. Todo, por la mejoría de Mercedes. Por su buen hacer, claro está, y también por las acertadas decisiones de su equipo desde el muro.

Estrategia perfecta

Saben cómo se juega a esto, y en las condiciones cambiantes de Gran Bretaña hicieron lo que se debía hacer para quitarse de encima al McLaren de Lando Norris con la última para en boxes.

A partir de ahí, a ganar. A ganar y a tener cuidado porque por los retrovisores asomaba la figura de Max Verstappen con unas gomas duras que casi le llevan a la victoria.

Pero no. Fue Hamilton quien la logró... y hay que remontarse muy atrás para encontrar cuándo fue la última vez que Lewis celebró una victoria.

Y 945 días después...

Fue, atención, en ese polémico Gran Premio de Arabia Saudí de 2021 cuando Lewis se hizo con su última carrera.

Situando todo en perspectiva, en ese momento Max Verstappen tenía un total de cero Mundiales de F1. Ahora tiene tres... y va a por el cuarto.

Pero en Mercedes parece que por fin han hallado el camino. Tras las probaturas con los pontones y demás historias, el concepto del coche da sus frutos y tras lo de Russell en Austria llega un nuevo triunfo.