La temporada 2010 de Fórmula 1 es conocida por muchos como la mejor temporada de la historia del 'Gran Circo'. Un año que, por muchos aspectos, es recordado con cariño por todos los aficionados españoles.
Y es que 2010 fue el primer año de Fernando Alonso en Ferrari. Un año que, pese a que los de Maranello contaban con un peorcoche que Red Bull, comenzaron con un doblete en Baréin que hizo que millones de aficionados italianos izaran la bandera orgullosos en un año en el que parecía que podrían volver a ser campeones de la mano de un joven piloto asturiano.
Además, 2010 fue la última temporada en la que se disputaron el campeonato hasta cinco pilotos en la última carrera: Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Jenson Button, Sebastian Vettel y Mark Webber. Sin embargo, de todos ellos, el único que dependía de sí mismo para salir campeón era, precisamente, Fernando Alonso.
El asturiano aterrizó en Abu Dabi líder del campeonato una ventaja más que considerable (para aquel año) respecto a Mark Webber, que ocupaba el segundo lugar. Le bastaba únicamente con subir al podio si Webber ganaba la carrera o, por el contrario, con ser cuarto si era Vettel quien se subía a lo más alto.
Tras la clasificación, Fernando partía en terceraposición, por detrás del entonces joven piloto alemán y del ahora heptacampeón del mundo británico. Por ello, el tricampeonato del mundo dependía únicamente de él. De él y de Ferrari. No obstante, con lo que no contaban en el equipo italiano, era con uno de sus mayores rivales: ellos mismos.
El día que Petrov se convirtió en el 'mejor amigo' de Vettel
Si bien es cierto que Alonso no cuajó su mejor salida y que incluso perdió una posición, eso le valía para ser campeón. Sin embargo, la carrera se decidió mucho antes de lo que todos pensaban. Y es que una pronta parada de Mark Webber provocó que Ferrari, presos del pánico derivado de la situación, decidiera meter a Fernando al box antes de lo planeado.
Una decisión que no tuvo en cuenta que la parada del australiano fue debida únicamente a un pinchazo. Una parada que, además, provocó que el español saliera detrás del Renault de Vitaly Petrov diciendo así adiós a un título que inexplicablemente perdió.
2010 era un año en el que, por si fuera poco, adelantar era casi imposible. No había DRS y el rebufo era prácticamente inexistente. Por ello y por las carencias de su Ferrari, Fernando no pudo hacer nada más que ver cómo Vettel ganaba la carrera y él, finalizando séptimo, perdió el campeonato.
A partir de entonces, la Fórmula 1 implementó de cara a 2011 un sistema capaz de facilitar los adelantamientos en recta llamado DRS.
Ahora, 13 años después de una de las noches más oscuras del piloto asturiano en la Fórmula 1, Fernando Alonso tiene la oportunidad de volver a vivir momentos únicos con Aston Martin y volver a pelear, por qué no, por ese tercer título mundial.