Red Bull ha sido el equipo más fuerte, con diferencia, en las dos últimas campañas de la Fórmula 1. Y Max Verstappen camina hacia su tercer título consecutivo. En el GP de Qatar podría lograrlo de manera matemática.
Es Mercedes el segundo equipo en el mundial de constructores, por delante de Ferrari y Aston Martin. Todos ellos, muy lejos. De hecho sólo Carlos Sainz ha arrebatado una victoria a Verstappen y a Sergio Pérez en este mundial.
Y Lewis Hamilton tiene deberes para las flechas de plata. Quiere volver a estar en lo más alto y es consciente que hace falta mucho trabajo en la fábrica. "Tenemos que esperar que los próximos seis meses sean los mejores seis meses de desarrollo que hayamos tenido nunca para cerrar esa brecha y estar realmente golpeando a la puerta", ha dicho en declaraciones a 'Saky Sports'.
Se fija en lo que ha conseguido McLaren, que ha pasado de ser uno de los peores coches de la parrilla a su doble podio con Lando Norris y Oscar Piastri en el Gran Premio de Japón.
"La prueba está ahí, en McLaren, y no podemos hacer la vista gorda a eso: hay que mirar lo que han hecho e ir en esa dirección. Esa es la dirección. Pero realmente creo que mi equipo puede hacerlo, y siempre hemos sido fuertes en poner carga aerodinámica en el coche. Es sólo que, con la forma en que nuestro monoplaza funciona actualmente", dice Lewis.
Cree Hamilton en los suyos: "Tengo absoluta fe en todos, pero las decisiones que se tomen en este periodo de tiempo son críticas para nuestra trayectoria".
"Lo estoy dando todo, pero es duro en fines de semana como este, sobre todo cuando el coche es tan difícil. Básicamente, es exactamente igual que el año pasado. En cuanto a sensaciones, el coche es lo mismo. Está rebotando y derrapando, así que es duro teniendo en cuenta todo el trabajo que hemos hecho para progresar y que no estamos más cerca de la cabeza, al menos aquí", ha sentenciado el siete veces campeón de la Fórmula 1.