Tensión, mucha tensión. Es lo que se ha vivido entre Pepe Martí e Isack Hadjar, su compañero de equipo en Campos Racing, en la carrera principal de la F2 en el Gran Premio de Austria.

Durante las primeras vueltas de carrera, el barcelonés rodaba justo por detrás de Hadjar, que aparentaba tener mucho más ritmo. Sin embargo, Martí aprovechó la salida del coche de seguridad virtual para hacer su parada en boxes con la carrera neutralizada para pasar de la sexta a la segunda posición, convirtiéndose en el primero de los Campos.

Pero el francés no se tomó nada bien tener a Pepe por delante y se lanzó al ataque. Tras varias vueltas intentando adelantarle poniendo en peligro la carrera de los dos monoplazas, el equipo le pidió a Martí que cediese la posición para intentar dar caza con ambos coches al líder de la carrera, Gabriel Bortoleto, que rodaba un par de segundos por delante.

El catalán accedió y dejó pasar a un Hadjar que no consiguió escaparse. Por eso, Martí le pidió a su equipo recuperar la posición que le pertenecía originalmente, pero su compañero de equipo no solo se negó, sino que le hizo perder tiempo.

El argentino Franco Colapinto aprovechó esta guerra interna para superar a ambos y arrebatarle el podio a Martí, que, tras la carrera, no dudó en mostrar su descontento a través de la radio.

"Gracias, gracias por eso, sin comentarios", dijo Martí enfadadísimo nada más cruzar la línea de meta.

El equipo tuvo que interrumpirle para evitar que el cabreo fuese a mayores. "Pepe, silencio, por favor. Cállate y lo hablamos después de la carrera", respondió su ingeniero.