Red Bull no ha tenido rival alguno en este 2023. Tan solo Carlos Sainz, con el Ferrari en Singapur, pudo doblegar en una carrera larga a un Verstappen que ganó 19 pruebas de 22 y a un Pérez que logró el triunfo en Arabia Saudí y en Azerbaiyán.

Salvo en ese momento, salvo en Marina Bay, todo lo demás ha sido para ellos. Valga decir que Max, campeón del mundo, sumó un total de 575 puntos y los de las bebidas energéticas, 860.

Fue más del doble que lo que consiguió Mercedes. Y más aún que Ferrari. La 'Scuderia' peleó hasta la última carrera del curso para ser subcampeona, pero no pudo hacer nada en gran parte por la alcantarilla que le costó la carrera a Carlos Sainz en Las Vegas.

Ahora ya miran al futuro. Y miran, claro está, a Red Bull. A qué ha hecho la marca de las bebidas energéticas para conseguir tal dominio. Enrico Cardile, miembro de Ferrari, ha puesto el foco en los frenos del RB19.

"Es otra cosa, es otra tecnología"

"Usan una tecnología que puede permitir que las piezas sean más ligeras. Es un componente abierto, y si un equipo modifica algo hay que poner los planos a disposición de todos", dice.

Y ha visto algo: "Es otra cosa. Otra tecnología. No es cuestión de tamaño. Que sean un milímetro más grande o más pequeño no cambia nada".

Habrá que estar atentos a si, cuando comiencen los test de pretemporada, hay algún equipo capaz de acercarse a Red Bull y, en especial, a Max Verstappen. De momento, en este 2023... no ha sido posible para ninguno.