Charles Leclercestá al nivel de Ferrari.El monegasco, una de las grandes decepciones de la temporada a pesarde su podio en Azerbaiyán,está sufriendo a lomos de un coche que desgasta gomas como ningún otro en la parrilla y que ha pasado de ser el mejor hace un año a estar en el cuarto escalón del Mundial.
A estar por detrás de Red Bull, como se veía venir, y también de Aston Martin y de Mercedes.Con lo alemanes podía ser esperable que estuvieran ahí ahí, pero los de Silverstone han sorprendido a propios y extraños y se han hecho con el segundo puesto en el campeonato.
Ahora, el monegasco sabe que la cosa no pinta demasiado bien en el corto plazo: "No ha funcionado nuestro concepto con el coche, pero no significa que haya que cambiar todo por completo".
"La diferencia es muy grande"
"Tenemos ideas para trabajar. Para saber cómo alcanzar a Red Bull. Confío en el futuro, pero en el corto plazo... La diferencia es muy grande", insiste.
En ese sentido, Leclerc ve como gran problema el crecimiento de los de las bebidas energéticas: "Han dado el doble de pasos comparados con nosotros".
"El coche, honestamente, hace lo que esperábamos que hiciera. No hemos hecho un mal trabajo, y no se puede decir que no hayamos llegado a nuestras expectativas", sentencia.
Tras cinco carreras, Leclerc es séptimo en el Mundial con 34 puntos, y suma ya dos ceros por sus abandonos en Bahrein y en Australia.
Ferrari, por su parte, es cuarta con 78 unidades, y tiene a 18 a Mercedes en la lucha por el tercer puesto.