Charles Leclerc no acabó del mejor modo la carrera en Singapur. Salía desde la pole y 'Checo' Pérez le pasó en la salida. Tras el coche de seguridad provocado por Yuki Tsunoda, el de Ferrari estaba muy cerca del mexicano, pero no podía adelantarle en un circuito donde es complicado hacerlo. Tras varias vueltas de persecución, el monegasco se terminó alejando de Pérez, lo que provocó una situación por radio que provocó su enfado.
Se sabía que el de Red Bull sería investigado tras la carrera por no respetar la distancia con el coche de seguridad. Ante una posible sanción de cinco segundos, el equipo le pidió que apretara: "La distancia con Pérez es de 2,4 segundos. Necesitamos estar a cinco segundos de Pérez". Pero Red Bull avisó a su piloto de aumentar el ritmo y así asegurarse la victoria en caso de que le cayera sanción. Cuando Ferrari avisó de esto a Leclerc, el monegasco contesto a su ingeniero con un contundente "deja de hablarme".
Finalmente la FIA si que sancionó a Pérez con cinco segundos y una reprimenda, pero el mexicano alargó la distancia con Leclerc en más de siete segundos, por lo que aún así ganó la carrera.
El segundo y tercer puesto de los Ferrari sumado a la debacle de Mercedes (Lewis Hamilton fue noveno y George Russell 14º) permite a la 'Scuderia' asentarse en el segundo puesto del Mundial de Constructores.
En cuanto al Mundial de Pilotos, Leclerc tiene 237 puntos y Pérez 235. El séptimo puesto de Max Verstappen y las diferencias con su compañero y el de Ferrari hacen que el neerlandés pueda ser campeón del mundo este fin de semana en Japón si gana y hace la vuelta rápida.