Max Verstappen empieza a cansarse de la Fórmula 1. El neerlandés atraviesa el mejor momento de su carrera. Está a punto de ganar su tercer Mundial y podría romper en este 2023 todos los récords históricos. Sin embargo, su motivación tiene un límite y no está dispuesto a estirarla más allá de lo que le pida el cuerpo.

El piloto de Red Bull se ha mostrado en contra del rumbo que está tomando el 'Gran Circo' ampliando los grandes premios y el número de sesiones y rompiendo con el formato tradicional para apostar por las carreras al sprint.

"La Fórmula 1 todavía me gusta, pero hasta cierto punto. No es que esté completamente en contra del cambio, como a veces se dice, pero deben ser ajustes los que beneficien a la Fórmula 1", ha dicho Verstappen en declaraciones a 'De Telegraaf'.

Max cree que los organizadores del campeonato deberían priorizar el mantenimiento de su esencia en lugar de cambiar para aumentar el espectáculo de forma artificial "¿Por qué hay que cambiar ciertas cosas cuando las cosas van bien? Creo que una sesión de clasificación tradicional está bien organizada de esa forma. No debería tratarse solo de dinero".

Otro de los factores que caracterizan a la nueva Fórmula 1 es el aumento de grandes premios y la saturación del campeonato, algo que está llevando al límite a algunos pilotos hasta el punto de hacerlo incompatible con una vida social y familiar mínimamente normal.

"La gente puede pensar: gana mucho dinero, ¿de qué se queja ese tipo? Pero se trata de bienestar, de cómo vives las cosas y no de cuánto ganas", ha asegurado el bicampeón del mundo.

El de Red Bull siempre ha sostenido que no se ve corriendo hasta los 40 años, y que le gustaría dejar la Fórmula 1 siendo joven para tener tiempo para disfrutar lejos de los circuitos. De hecho, asegura que en ocasiones se plantea si es feliz en el mundo de las carreras. "A veces pienso: ¿Esto todavía vale la pena?", ha aseverado Verstappen.