Tremendo duelo han tenido Carlos Sainz y Charles Leclerc en China. En la carrera al sprint de China. En una carrera en la que el madrileño de Ferrari quería ser protagonista. En la que fue protagonista. Porque el 55, en Shanghai, dejó claro que va a por todas en el que será su último año en la 'Scuderia'.
Así lo demostró en esa tremenda disputa con Fernando Alonso. En un duelo en el que ambos se tocaron. En el que uno vio dañado su monoplaza; en el que el otro, el asturiano, se retiró tras un pinchazo en uno de sus neumáticos y además se llevó una sanción de diez segundos.
Después de ese duelo llegó Leclerc, y Charles ya sabe que no lo va a tener fácil con Carlos este año. Literalmente se fue por fuera de pista en la batalla el monegasco, y es que era o eso o llevarse puesto a un Sainz que lo dio todo antes de caer derrotado.
"No hay nada picante aquí"
Leclerc no lo entendió, pero Sainz niega que sucediera algo más que un duelo en pista: "No hay nada picante. No hay nada que decir y no hay nada que hacer".
"Competíamos duro en la carrera. Lo hicimos también con otros coches y no me quejé. Tan solo era dejar y mantener el mayor espacio con tu compañero. Siempre intentaré hacer eso. Siempre lo he hecho en mi carrera", cuenta Sainz.
Y explica qué sucedió: "Estaba en una mala situación tras lo de Fernando Alonso. El fondo estaba roto, y tenía mucha suciedad en los neumáticos".
Salen sexto y séptimo en la carrera larga Leclerc y Sainz, y sin duda será uno de los grandes duelos de un Gran Premio de China que ha regresado con fuerza tras cinco años sin presencia en el Mundial de F1.