Lando Norris estaba quemado tras el GP de Hungría. Fue correcto en la radio. También al bajarse del coche ante los medios. Pero estaba quemado. Quemado porque sabía de la posición en la que había terminado Verstappen. Porque, además, era líder cuando quedaban dos vueltas para el final. Porque, y sabe que era lo que había que hacer, Piastri debía ganar después de la liadita que había hecho McLaren.
Pero que hiciera lo correcto no quiere decir que esté feliz. Que lo estuviera, nada más bajarse del coche. Y quedó completamente claro en la ceremonia previa al podio.
Porque tuvo una conversación con Hamilton... que fue, cuanto menos, rara. Que parecía más una discusión sin sentido con un Lewis que no entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo.
"¡Uff! Sois rápidos", le dijo Hamilton con la única intención de poner en valor al McLaren.
Sin embargo, Norris se mosqueó: "Bueno, tú tenías un coche rápido hace siete años"
"¿Siete años? Eso es mucho tiempo, ¿tú ya estabas aquí?", prosiguió Hamilton.
Norris, a lo suyo: "Tú tenías un coche rápido. Ahora lo tenemos nosotros".
Ahí ya Hamilton prefirió pisar el freno: "No me estaba quejando, Lando... solo estaba felicitándote por el coche".