"Quiero soñar por arriba y ojalá que podamos probar el champán este año", asegura Alonso en entrevista tras su participación este fin de semana en la icónica carrera de las 24 Horas de Daytona, de la que se va satisfecho a pesar de que los problemas mecánicos le imposibilitaron estar entre los mejores.
En la Fórmula Uno quiere dejar atrás los tres años con motores Honda y tener opciones de nuevo de "luchar por los podios", verse en la parte delantera de la carrera y, quizás, quién sabe, ganar alguna carrera si las condiciones son propicias.
Por ello, dice con firmeza que "todo lo que no sea estar en los podios" para un binomio como el formado por McLaren y Renault sería estar por "debajo de las expectativas".
Pero después se refrena y baja un poco las expectativas, sabedor de que hay millones de seguidores en España que esperan verle más allá de los tres quintos puestos cosechados en tres temporadas completas con McLaren: "Queremos al menos conseguir algún podio".
Tras poner fin a una mala experiencia con Honda a la conclusión de la pasada temporada, Alonso se ve en otra situación después de que McLaren firmase para que Renault le suministre los motores las próximas tres temporadas. Pero dice que hay que esperar y ver en qué se concretan todas las mejoras.
No en vano el equipo británico no gana una carrera desde el triunfo de Jason Button en Brasil en 2012, poca cosa para una escudería que ha ganado 12 campeonatos y 8 títulos de constructores. "Es difícil plantearse objetivos por todos los cambios que hemos hecho. No sabemos dónde nos situarán y los ajustaremos después de las primeras carreras", asegura.
Con todo, las expectativas son buenas en la fábrica de McLaren en el Reino Unido y no solo se basan en sensaciones sino en "números" palpables. "Tenemos algo más de hechos, y no solamente de palabras, este año, y con el cambio al motor Renault creo que podemos dar un paso adelante grande", afirma.
Hasta que comiencen a concretarse esas mejoras en los test de la nueva temporada en la Fórmula Uno, que se realizarán a finales del próximo mes, Alonso descansará tras la experiencia en Daytona y posteriormente se centrará en febrero en la preparación física, para llegar ya en las mejores condiciones.
No se saltará ninguna carrera en F1
Quizás por ese optimismo, el ovetense ni se plantea saltarse ninguna carrera de Fórmula Uno este año, como hizo la temporada pasada para poder acudir a las 500 Millas de Indianápolis, borrando de su calendario una carrera tan significativa como el Gran Premio de Montecarlo.
Es rotundo al afirmar que su "primera y única prioridad" es McLaren, incluso si se abre la posibilidad de probar en un caramelo al que le tiene ganas, las míticas 24 Horas de Le Mans, que le trajeron precisamente a Daytona para conocer la especialidad y tomar experiencia.
El bicampeón del mundo sale satisfecho de la carrera floridiana, a pesar de que su Ligier acabó trigésimo octavo tras numerosos problemas mecánicos.
Pero se queda con que fueron de los coches más rápidos de la prueba durante la noche, a pesar de que su monoplaza había dado claras señales de menor potencia que sus rivales en las semanas previas y de que tanto él como el próximo piloto de reserva de McLaren, el joven Lando Norris, de 18 años, era la primera vez que participaban en una carrera de este tipo.
"En las carreras de resistencia se unen más cosas que no están a tu alcance; en la Fórmula Uno tu equipo y tú sois dueños de tu destino, pero en resistencia pueden pasar mil cosas que no te puedes ni imaginar", explica. Pero, por eso mismo, son "grandes carreras" y la alegría de ganarlas es tan notable, porque para subir a lo más alto de podio todo tiene que ir "a favor", porque "cualquier pequeño detalle te puede fastidiar".
A pesar de la positiva experiencia en su debut en esta nueva modalidad automovilística, a Alonso no se le pasa por la cabeza seguir probando cosas nuevas y es rotundo al asegurar que "seguirá en los circuitos" y no se plantea nuevos retos como el de, por ejemplo, subirse a un "coche de rally".