La andadura de Frédéric Vasseur como jefe de equipo de Ferrari no ha hecho más que arrancar y ya encamina su primera crisis. Las malas sensaciones de la pretemporada se confirmaron en el Gran Premio de Bahrein, donde Charles Leclerc tuvo que retirarse por un fallo de fiabilidad y a Carlos Sainz se le esfumaron las opciones de podio por la ya famosa degradación del SF-23.
El pasado jueves dimitió David Sánchez, máximo responsable del desarrollo aerodinámico del monoplaza. Según apuntan diversos medios italianos, Sánchez habría recibido una oferta millonaria por parte de McLaren, por lo que tendría que abandonar ya su puesto en Maranello para poder incorporarse a la dinámica de trabajo del equipo británico.
Pero no ha sido el único cambio en Ferrari, ya que durante el parón invernal, Vasseur cesó al ingeniero madrileño Iñaki Ruedacomo jefe de estrategia, relegándolo al puesto de asistente del nuevo responsable estratégico, Ravin Jain.
La teoría dice que Vasseur es el encargado de liderar esta reestructuración interna en el equipo, pero según Fluvio Solms, periodista del'Corriere dello Sport', el francés no está pudiendo ejercer su poder libremente. John Elkann, presidente de Ferrari, habría dado la orden a Benedetto Vigna, CEO de Ferrari, de que dirija las decisiones de Vasseur. Solms asegura que "por encargo de Elkann, Vigna hace de comisario sobre Vasseur" y que el francés "tiene mucho menos poder de decisión que sus predecesores".
Vasseur llegó a Ferrari en el mes de enero procedente de Alfa Romeo para suceder a Mattia Binotto. El suizo salió por la puerta de atrás después de un final de temporada desastroso en 2022 en el que se esfumaron tanto el campeonato de piloto como el de constructores. El arranque de esta temporada no ha sido muy diferente de la segunda mitad de 2022, y Vasseur, tras una carrera, ya está contra las cuerdas.
De hecho, diversos medios señalan que Charles Leclerc, su principal valedor, estaría buscando una salida de Ferrari rumbo a Mercedes, lo cual supondría un golpe letal en el mandato de Frédéric Vasseur. El francés llegó para aportar tranquilidad a Ferrari, pero si no consigue reconducir la situación no sería extraño que pasase de ser el pacificador de Ferrari a reeditar el caso de Marco Matiacci, cuyo paso por Ferrari apenas duró medio año.