Ferrari está probando los nuevos guardabarros que ha desarrollado la FIA para combatir el spray que generan los neumáticos de extrema lluvia cuando las condiciones de la pista son difíciles. Este dispositivo se ha presentado como solución a tener que cancelar carreras por la falta de visibilidad que genera el correr con la pista tan mojada.
Los 'antispray' son dos cestas de fibra de carbono cuya función principal es reducir la nube de agua que levantan los monoplazas. Los neumáticos de lluvia extrema expulsan tanto spray que la visibilidad se reduce hasta un punto muy peligroso para los pilotos. Esto incluso ha generado que los neumáticos azules hayan caído casi en desuso.
Arthur Leclerc y Oliver Bearman han sido los encargados de probar este nuevo sistema. El circuito de Fiorano ha sido mojado artificialmente y ambos pilotos de Ferrari han rodado uno delante del otro para comprobar la efectividad de los guardabarros.
En la parte frontal de las cestas de carbono hay algunos agujeros que se agrandarán o empequeñecerán para observar si hay algún cambio en la efectividad del dispositivo.
Este nuevo elemento puede parecer muy extremo e invasivo en el coche, pero si es útil, mejora la seguridad de los pilotos y permite que se disputen las carreras sin importar el clima, puede ser determinante a la larga. Algo similar ocurrió en 2018 cuando se implementó el 'halo', muchos lo criticaron por "afear" la estética del coche, pero a la larga, se ha comprobado que fue un gran paso adelante en la seguridad.
La FIA permitirá al equipo Ferrari rodar 200 km en el 'filming day', que se extenderá hasta el viernes. Además de hacerlo para satisfacer a HP, que es su nuevo patrocinador principal, los del Cavallino Rampante probarán las mejoras que llevarán a Ímola. Charles Leclerc y Carlos Sainz serán los encargados de encontrar la relación de datos de estas mejoras entre la pista, y el túnel de viento.