La Fórmula 1 no ha tardado en responder a los rumores que había empezado a correr a partir de la información que ha dado hoy 'La Gazzetta dello Sport', que aseguraba que la organización del 'Gran Circo' podría estar planteándose posponer el cambio de reglamento a 2023.
Y es que la pandemia de la Covid-19 ha dejado una crisis económica en las escuderías de la Fórmula 1 debido a la ausencia de público y a la reducción del calendario de 2020, hecho por el que han decidido congelar los motores para 2021 y poder recuperarse económicamente.
Sin embargo, la F1 ha asegurado que no tiene en mente ningún plan para posponer este cambio de reglamento. "Cualquier sugerencia de que las reglas de 2022 se retrasarán es incorrecta y no se ha analizado. Las nuevas reglas están diseñadas para mejorar la competición en la pista y para ofrecer a nuestros aficionados una competición más apretada. Esto, en combinación con las nuevas reglas financieras, mejorará la F1 y creará un modelo de negocio más saludable y fuerte para todo el deporte", ha asegurado un portavoz de la Fórmula 1 en declaraciones a la revista 'Autosport'.
Bien es cierto que la crisis del coronavirus y por tanto sus consecuencias financieras en el 'Gran Circo' provocaron que se retrasara la entrada en vigor del nuevo Pacto de la Concordia. Es por eso que, tras el nuevo auge de la pandemia y la aparición de una nueva cepa que ha obligado a Inglaterra a someterse a un tercer confinamiento, se ha provocado el miedo entre sus seguidores.
Además, el objetivo de este nuevo reglamento es una igualdad económica y por tanto una igualdad de fuerzas entre escuderías, por lo que, aunque previamente sí suponga un aumento de gastos de los equipos, la imposición del tope presupuestario y del techo salaria pretende que el gasto sea controlado.