De sobra son conocidas las broncas de Jos Verstappen a Max desde que el ahora tres veces campeón del mundo era tan solo un niño que competía en karting.

El propio piloto de Red Bull ha hablado en más de una ocasión sobre ellas, pero nunca condenándolas.

El que sí las ha recordado en profundidad ha sido Pierre Gasly en el documental 'Né pour gagner' ('Nacido para ganar').

En el mismo, el piloto de Alpine revive lo que vio hace ya más de una década: "Después de una cita en España, yo gané la carrera y Max terminó segundo detrás de mí".

"Volvió y su padre perdió los papeles, gritándole en holandés, y luego le insultó en inglés con palabras que no repetiré en cámara, pero que no eran agradables", explica.

"Agarró el casco de Max, lo cogió y se lo tiró diciendo, '¡no, vete, vuelve a la carpa, ni siquiera puedes ganar una de tus carreras!', así que la presión era obvia, era una presión muy fuerte, carrera tras carrera", añade.

¿Es lícito tratar así a un hijo, ¿el fin justifica los medios? Mientras unos dirán que sin este comportamiento de Jos, Max no tendría ese férreo carácter, otros consideran que no es manera de tratar a un niño.