Lewis Hamilton y los piercings, una historia de amor que parecía zanjada tiene un nuevo capítulo. La FIA ha modificado la polémica norma de su Código Deportivo donde hace un año se prohibía a los pilotos llevar joyas y piercings.
"El uso de joyas en forma de piercings en el cuerpo o cadenas de metal en el cuello está prohibido durante la competición y, por tanto, se puede controlar antes de la salida", dictaba el Capítulo III de su reglamento.
En los libres de Silverstone de 2022 parecía que el británico iba a ceder en la normativa cuando apareció sin piercings. Sin embargo fue un simulacro, y no tardó en volver a ponérselos.
Desde entonces se le miró con lupa, hasta que el británico justificó que seguiría usando el piercing de la nariz "por razones médicas", alegando que sufría una infección al quitárselo. Este asunto se alargó durante meses en 2022, hasta que en Singapur, el equipo Mercedes fue sancionado.
"Estamos imponiendo una multa de 25.000 euros al equipo", recogía un comunicado de la FIA.
A pesar de que al equipo se le castigó, Lewis Hamilton evitó la sanción con una justificación sorprendente. El heptacampeón alegó que sufría una infección al quitárselo y, por lo tanto seguiría usando el piercing de la nariz "por razones médicas".
El británico continúo con su propósito desde el final de la temporada pasada y al comienzo de la presente: "He llevado joyas y mi piercing en la nariz durante años y tuvimos este jaleo a principios de año", explicó.
El cambio de la norma
El pasado jueves, cuando la parrilla aterrizaba en Bakú, Lewis Hamilton firmó un documento donde la FIAactualizaba el apéndice del Código Deportivo.
Se incluyeron hasta tres excepciones con el uso de piercings y joyas a previo juicio de los médicos, siguiendo la línea que marcó el piloto británico.
- Los copilotos de Rally podrán usar un reloj siempre que este quede sobre el mono.
- Los pilotos podrán llevar un anillo de alianza de boda siempre que no sea excesivo.
- Se autoriza el uso de piercings siempre y cuando no estén en el interior de la boca.
De esta forma Lewis Hamilton pone punto y final a una norma que muchos criticaron, y por la que al propio piloto le salieron muchos detractores.