Lo de Red Bull es una guerra civil deportiva con todas las letras. Christian Horner contra Helmut Marko y Max Verstappen. Dos bandos muy diferenciados y la posibilidad de que el equipo campeón de la Fórmula 1 se vea envuelto en una crisis muy importante.
Todo comenzó cuando al asesor de la escudería de las bebidas energéticas le trasladaron que podría ser despedido. Él se defendió y aseguró que esa decisión sólo la podrían tomar los accionistas o él mismo.
Al austriaco le queda un año más de contrato, hasta finales de 2024. Y cuenta con el apoyo más importante dentro de Red Bull, la del tricampeón de la Fórmula 1 Max Verstappen.
Lo avisó Ralf Schumacher, expiloto del Gran Circo. Max no iba a permitir que Marko saliera. Y esas palabras se han confirmado este miércoles, cuando se ha conocido el ultimátum lanzado por el equipo.
Según ha informado 'F1 Insider', Max se plantearía su salida en caso del despido de Marko. Algo que el propio Marko ha agradecido: "Por un lado, esto es muy tranquilizador... todavía hay algo así como lealtad y aprecio".
"Desde nuestra primera conversación cuando Max tenía 15 años, ha habido una conexión especial entre nosotros. Ahora estoy deseando que llegue Austin, donde espero que podamos celebrar su victoria número 50 en un Gran Premio el domingo", ha expresado Marko.
Ataca a Horner
Y la historia no termina ahí. Porque no sólo ha agradecido el apoyo de su campeón, también ha señalado directamente a Horner. "Cuándo y cómo lo dejo, cuando termine, lo decidiré yo... no el señor Horner, por ejemplo", ha expresado a la agencia de noticias 'GMM'.
"Debido a la nueva situación, ahora todo es diferente. La gente simplemente está intentando redefinir su autoridad", ha advertido sobre lo que está ocurriendo en la escudería austriaca.