Max Verstappen logró la pole en San Marino. Logró, de nuevo, ser el más rápido del sábado. El neerlandés, en las siete pruebas que se llevan de Mundial, ha sido imbatible en clasificación pero lo cierto es que en Imola tuvo que sudar. Tuvo que trabajar más de lo que a buen seguro esperaba debido a la gran mejoría de McLaren y de Ferrari.
Tuvo que sudar. Y sí, también incluso necesitó de ayuda. De ayuda de un 'amigo' inesperado. De alguien que estaba ahí pero que no lleva sus mismos colores. Porque Sergio Pérez ya no estaba en Q3. Porque con el mexicano fuera solo quedaba un Red Bull en la pelea por la pole.
Y también quedaba un Haas. Tras el desastre de Magnussen, desastre comparándolo con su compañero, Nico Hulkenberg avanzó lo más que pudo en un sábado en el que, tras la clasificación, reconoció lo que se vio por televisión.
"Nos hemos ayudado mutuamente"
Porque el germano fue clave en el desenlace de la Q3. Lo fue porque en la vuelta de Verstappen, en el giro definitivo del neerlandés, estaba ahí para dar un rebufo que terminó siendo clave para el tricampeón.
Luego confirmó que le ayudó: "Él lo hizo un par de veces en Q2. Yo le devolví el favor".
"Max y yo nos hemos ido ayudando en la clasificación de manera mutua", afirma en palabras para 'Sky Sports'.
Lo cierto es que Verstappen se hizo con la pole por menos de una décima en esa intensa pelea con los McLaren. Con el de Oscar Piastri, sancionado con tres posiciones, y con el de Lando Norris, segundo tras el neerlandés en la salida de San Marino.