El Gran Premio de Las Vegas de la temporada 2023 se ha quedado marcado en la retina de los aficionados a la Fórmula 1. La gran cantidad de contratiempos que sucedieron aquel fin de semana hicieron saltar las alarmas respecto a la seguridad de este nuevo circuito urbano. Ejemplo de esto fue lo sucedido con Carlos Sainz. 

El piloto madrileño se llevó por delante una alcantarilla que destrozó su SF-23. Ferrari se vio obligado a sustituir el chasis, el motor y la batería del monoplaza número 55. Y aunque esta acción podría catalogarse de fortuita, lo cierto es que Sainz ya estaba al límite del número de batería empleadas esa temporada, lo que le propició una sanción de 10 posiciones en parrilla.

Ante esto, la Scuderia del 'Cavallino Rampante' pidió una excepción para evitar que el Gran Premio de Carlos Sainz quedase arruinado en un fin de semana en el que Ferrari optaba a la victoria. Sin embargo, tal y como apunta 'SoyMotor.com', algunos equipos se negaron a este indulto y obligaron al madrileño a cumplir la sanción.

Mercedes, con Toto Wolff a la cabeza, fueron los principales encargados de hacer cumplir el reglamento a rajatabla, algo a lo que Alpine también se posicionó a favor. De hecho, el propio Wolff fue un firme defensor de cómo se había desarrollado el Gran premio, a pesar de todos los problemas que surgieron.

Más adelante, el jefe de Mercedes ha calificado como "injusta" esta sanción, aunque defiende haber actuado en defensa del segundo puesto en el Mundial de Constructores de la escudería de las flechas de plata: "Tengo que mirar el reglamento y todo el alcance de las posibles acciones de nosotros mismos con el fin de terminar segundos en el campeonato".

"Si el reglamento lo dice, necesito actuar en beneficio del equipo y de las 2500 personas que tendrán una diferencia muy grande en bonificación entre acabar segundos y terceros y actuar al límite del reglamento. Porque si perdemos el campeonato por cinco puntos porque he actuado con justicia deportiva y el reglamento me hubiera permitido penalizar realmente al coche, sea cual sea el piloto, necesito hacerlo", señaló Toto Wolff.

Además, el jefe de los de Brackley ha defendido este movimiento justificándolo como parte de la rivalidad y la competición: "Cualquier otro director de equipo lo hará, por muy injusto que sea. Tengo que decidir. ¿Es injusto para un piloto rival? Lo es, pero tengo 2500 personas de las que soy literalmente responsable".

"Creo que es importante que, a veces, nos pongamos en el lugar del otro. Yo lo he hecho por Carlos y es horrible. Al revés, no sé si se ha hecho el ejercicio. Para mí, como piloto, soy el primero en decir que no se merecía el resultado. Creo que deberíamos mirar las reglas. La fuerza mayor es difícil. ¿Qué pasa con los bordillos? ¿Destruyes tu coche subiéndote a un bordillo? No hay nada que puedas hacer", ha puntualizado.

El jefe de Mercedes también ha divagado en unas declaraciones a 'Planet F1' sobre qué se puede considerar como una "fuerza mayor" que impida aplicar penalizaciones cuando corresponda: "¿Y si pasas por encima de los baches con los neumáticos fríos como le pasó a Lando en Las Vegas, y te estrellas contra el muro? ¿Es un caso de fuerza mayor? ¿La gente va a decir que es un caso de fuerza mayor?".

"¿Y si otro coche te embiste y tú no has hecho nada? ¿Es eso fuerza mayor? A nadie le gustó la situación en Las Vegas, como deportista. Fue injusto lo que le pasó y le arruinó un fin de semana de carreras que quizás podría haber ganado. Así que tenemos que mirar y pensar detenidamente cómo podemos cambiarlo", indica el jefe de Mercedes.