Lando Norris tiene ganas de marcha en este Mundial de Fórmula 1. El inglés, que se hizo con el triunfo en Miami a base de ritmo, estuvo muy cerca de ganar de nuevo con un McLaren que era un auténtico cohete en Imola y que fue lo más destacado de la aburridísima prueba de San Marino.
Porque el tedio fue monumental. Poca acción en pista, y en estrategia, en una carrera que la única historia que tenía era ver si Norris era capaz de llegar a pelear la victoria ante Verstappen. De haber sido antes...
Pero todo se empezó a animar a partir de la vuelta 56. Fue entonces cuando Norris apretó y cuando Verstappen parecía, según decía por radio, estar en problemas. Y llegar llegó, pero le faltó tiempo.
Le faltaron, tal y como confirmó Norris antes del podio, un poco más: "Es una pena, he luchado hasta la última vuelta".
"Con un par de vueltas más podría haber adelantado a Verstappen", afirma un confiadísimo Norris.
Y explica lo sucedido: "Ha sido una dura primera mitad de carrera. En la segunda, mejor".
Eso sí, algo ha quedado claro: "Estamos a la altura de Red Bull y de Ferrari. Nos centramos en lo mismo, pero peleamos por ser segundos... o primeros".