Lewis Hamilton ha dado un paso más en ese cara a cara, en ese duelo, que mantiene con la FIA. En uno que ha subido de nivel tras lo que está sucediendo con Toto y con Susie Wolff. En uno que comenzó con ese polémico GP de Abu Dhabi 2021 que le costó su octavo Mundial. Ahora, en la entrega de premios anual, el inglés ha dejado claro que está algo cabreado.

Porque no es que le hiciera especial ilusión ir a Bakú. Ni esmoquin ni nada, aunque se cambió a una ropa más formal tras las ruedas de prensa y después de atender a los medios.

Pero luego llegó el momento. Con una foto de Hamilton y su trofeo en la que ya se veía que algo iba a suceder, Hamilton dejó luego el premio en una caja después de abandonar la sala.

Fue entonces cuando un seguidor le preguntó si podía quedarse con el trofeo, y Hamilton dijo que sin problema. Que era completamente suyo.

Hace dos años, en 2021, Hamilton dijo 'no' a asistir a la gala de la FIA a pesar de ser subcampeón del mundo por todo lo sucedido en Yas Marina.

A saber si lo sucedido en la ceremonia tiene que ver con eso, o si está relacionado con lo más actual que acaece en Mercedes por los Wolff.