Ya es oficial. Liam Lawson se queda con el asiento de Daniel Ricciardo en Racing Bulls hasta el final de la temporada. No ha sido nada fácil, pero el piloto ha logrado el gran sueño de niño y por el que su familia tanto ha sacrificado. Tanto que llegaron a vender su casa para financiar su carrera.

Lo ha contado en el podcast 'Talking Bull' del equipo: "Mis padres vendieron su casa para que yo pudiera seguir corriendo. Es increíble. Lo dieron todo para que yo pudiera correr, incluso en los karts, porque son muy caros...".

"Mis padres y toda mi familia dieron mucho, sobre todo en los primeros años con los karts", cuenta el nuevo compañero de Yuki Tsunoda.

Se centró exclusivamente en la competición e incluso abandonó los estudios. Todo por el sueño de la Fórmula 1: "No terminé el instituto ni nada de eso. Sinceramente, estaba emocionado por poder luchar por mi sueño. Y siempre hay momentos difíciles, pero nunca me pregunté de si era demasiado difícil y si quería volver a casa".

Ha sido Helmut Marko, asesor de Red Bull, el que más ha apostado por él. Y Liam sabe que tiene una gran oportunidad entre manos para demostrar que en un futuro se puede convertir en piloto de la escudería de las bebidas energéticas.

"Siendo de Nueva Zelanda, intentar conseguir dinero para competir en el extranjero es muy, muy difícil. Así que, entre un grupo de gente increíble que ha estado detrás de mí, sponsors e inversores, montamos la estructura para conseguir el dinero suficiente para ir a Europa y hacer una temporada completa e intentar que me fichase un equipo junior, porque sin él, no había ninguna posibilidad de conseguir llegar a la Fórmula 1", explica Lawson.

El año pasado ya dejó muestras de su calidad cuando Ricciardo sufrió una lesión en la muñeca y Liam fue ascendido. Y ahora en Racing Bulls han confiado en él para que finalice la temporada.