Max Verstappen ha explotado en Las Vegas. El neerlandés, que no es precisamente el mayor fan de esta nueva pista del Mundial de F1, se ha enterado del plan de la organización del Gran Premio para compensar a los fans que fueron desalojados el jueves y gustarle, lo que se dice gustarle, no le ha gustado nada.
Un plan que consiste en compensar a cada aficionado que tuviera entrada solo para el jueves, un jueves con unos Libres 1 suspendidos y con unos Libres 2 que comenzaron con mucho retraso, con un vale de 200 dólares.
Con un vale que tendrán que gastar además sí o sí en la tienda oficial de merchandising del Gran Premio de Las Vegas.
Esto ha hecho estallar a Max Verstappen, que ha dejado claro qué es lo que haría de ser él uno de los perjudicados por todo lo que se está viviendo en este fin de semana.
"Si yo fuera aficionado..."
"Si yo fuera aficionado destrozaría este lugar", afirma Verstappen en 'Autosport'.
Lo cierto es que está siendo un fin de semana curioso. A lo sucedido el jueves, el viernes en horario peninsular de España, se le suma la decisión de la F1 de no realizar 'cool room' en Las Vegas.
En cuanto termine la carrera, los pilotos irán a zona de entrevistas y ya directos al podio.