Una victoria en dos temporadas. Ese es el pobre bagaje del equipo que, hasta no hace mucho, era imbatible en la F1. Es el resumen de Mercedes, de una marca que no está viviendo precisamente un feliz sueño desde que, en 2022, decidieran dar un vuelco a todo con un coche único en su diseño que no dio el resultado esperado. Que no hizo sonreír a Hamilton. Que no estaba a la altura del Red Bull.

Y, tras seguir con lo mismo en 2023, tampoco podía ni siquiera con el Aston Martin. Tal fue el desastre creado en la fábrica que no solo eran continuadas las quejas de Lewis, sino que tuvieron que dar un golpe de efecto radical al concepto con el llamado 'coche B'. Con un coche en el que ya sí se seguía lo que otros, Red Bull, hacían.

Porque eso de los 'cero pontones' no funcionó. Y como no funcionó tocaba cambiar. Parece que es la senda que buscan seguir, y atendiendo a las palabras de Toto Wolff los resultados podrían ser, por fin, los que tanto ansían.

"Estaba Anthony Davidson (piloto de pruebas de Mercedes), en Melbourne, en el simulador. En ese momento dijo 'el coche parece un coche por primera vez en dos años", cuenta Wolff en palabras que recogen en 'The Daily Telegraph'. 

"Me encantaría que..."

Ahora queda que lo que ven se refleje en la pista: "Me encantaría que esto se correlacionara con la pista".

"Pero en estos dos últimos años no ha sido así siempre", sentencia un Toto Wolff que espera poder cambiar la negatividad de los últimos cursos por victorias.

Porque Mercedes no ha ganado ni una sola carrera en 2023. Porque el himno británico no ha sonado en todo el año. Porque fue Russell, en Brasil, quien obtuvo la última victoria del equipo. Porque Verstappen ni tan siquiera tenía un Mundial cuando Hamilton ganó su última prueba y ahora ya tiene tres... y eso es algo que a los alemanes les duele.