Red Bull no es lo que era. Algo ha pasado. Algo ha cambiado. Algo han hecho que quizá no debieron hacer. Porque el coche, que comenzó como un tiro y sin rival alguno, está perdiendo fuelle. Ya no solo porque el resto crece, sino porque realmente ellos parecen haber ido hacia atrás. Así lo ven, por ejemplo, en Mercedes.

En un equipo que bien sabe de dar un par de pasos en falso en su desarrollo. Lo de los pontones, ese concepto de coche en el que directamente se los ventilaban, no funciono y llevan sin victorias además desde Brasil 2022.

Hamilton, de hecho, no gana desde antes de que Verstappen ganara su primer Mundial. Lo peor es que se han colado los Ferrari y los McLaren, pero ellos ven a Red Bull más vulnerables que, por ejemplo, en Bahrein.

Así lo ha reconocido James Allison en Canadá, en palabras que recogen en 'Motorsport': "Parece que esa última actualización ha sido un 'downgrade".

"Quizá cuando haya una pista con velocidades de paso por curva que sean normales serán rápidos de nuevo, pero de momento...", cuenta.

A las mejoras a las que se refiere fue a ese gran paquete que llevaron a Imola, con nuevo suelo y alerón delantero. Lejos de dejar atrás esa dolorosa derrota en Miami, lo cierto es que el Mundial está más abierto que nunca.

En Mercedes, tan felices: "Crucemos los dedos para que les perjudique. Cuando te equivocas y una mejora no funciona te lo complica todo. Cuando dejas de confiar en tus herramientas..."

"Perder el tiempo es tu peor enemigo... y a todo el mundo le gusta ver miseria en el ojo ajeno", sentenció sonriendo.