Max Verstappen comanda con puño de hierro en Fórmula 1 de la mano de Red Bull, pero la historia pudo deparar un futuro muy diferente al neerlandés cuando ni había debutado en la categoría reina.
Tal y como ha desvelado su padre, Jos, en 'La Gazzetta dello Sport', antes de que firmara con los de las bebidas energéticas mantuvo un encuentro con el jefe de Mercedes, Toto Wolff.
"Fuimos a su casa en Viena, tuvimos conversaciones serias, pero no creo que Toto le hubiera seguido mucho en el karting y supiera realmente lo especial que era Max, de lo contrario le habría contratado con los ojos cerrados, a pesar de que Mercedes no tenía un programa junior", ha señalado.
Sin acuerdo con Mercedes, en Hockenheim 2014 se reunió con Helmut Marko, asesor y 'cazatalentos' de Red Bull, y no se tardó en cerrar su contratación.
"Subimos al motorhome de Red Bull y nos deslizamos en la mesa. Helmut dijo: 'Solo tengo 20 minutos'. Max respondió: 'Es más que suficiente'. Ante esto, el directivo de Red Bull fue claro: 'El año que viene quiero a Max en un Toro Rosso de Fórmula 1'. Entonces se cerró el trato", ha explicado.
Tras debutar con Toro Rosso y ascender a Red Bull en año y medio, Ferrari apareció en el horizonte, pero no se concretó nada.
"No fue con la dirección actual. Nos buscaron después del primer año en Fórmula 1. Pero vaya a donde vaya en el futuro, marcará la diferencia, siempre que esté rodeado de la gente adecuada", ha zanjado Jos.