Es posible que la temporada 2007 marcara un antes y un después en la historia de Fórmula 1 por el equipo y los dos pilotos que estuvieron envueltos en una de las mayores polémicas acaecidas en el 'Gran Circo'.
Fernando Alonso, flamante campeón del mundo con Renault en 2005 y 2006, aterrizó el Woking con la capa de primer piloto y líder del equipo, pero allí se encontró con un 'rookie' Lewis Hamilton... y con Ron Dennis.
El jefe de McLaren no supo congeniar a sus dos pilotos y la relación estalló en el Gran Premio de Mónaco hasta el punto de perder un Mundial que parecía ganado y que terminó alzando Kimi Raikkonen con Ferrari.
En una entrevista en 'GQ', Pedro de la Rosa ha recordado aquella época y cómo vio la rivalidad de Alonso con Hamilton.
"Lo único que le preocupaba era que el coche fuera competitivo. No le preocupaba Hamilton, no le preocupaban los rivales. 'Si el coche es competitivo, yo ganaré'. Ésa era su mentalidad", ha explicado.
16 años después, en Aston Martin, sigue viendo al mismo piloto: "Fernando es muy exigente consigo mismo, y espera que los demás hagan lo mismo con su trabajo. Si lo das todo, es fácil trabajar con él".
"Es una persona muy intensa, un ganador. Por eso me gusta tanto trabajar con él, es el tipo de líder que te marca el camino", ha añadido.
Es por ello que De la Rosa cree que sería "injusto" que Alonso no levantase una tercera corona, algo que él mismo se ha puesto por objetivo.
"Yo creo que por el talento que tiene, por cómo ha trabajado Fernando y por la pasión que siente por este deporte, sería injusto que no se retirase con otro mundial debajo del brazo", ha concluido.