Dijo Helmut Marko el viernes, después de los dos primeros entrenamientos libres, que ni la magia de Max Verstappen les iba a salvar. Red Bull no iba bien en Mónaco. Y se confirmó en la clasificación. El neerlandés, muy lejos de la pole: sexta posición tocando el muro en la vuelta definitiva de la tercera sesión.
Fue en la primera curva de la vuelta, diciendo adiós a la lucha. Charles Leclerc se llevó la pole. El hombre más rápido de todo el fin de semana. Y lo confirmó en el momento exacto. Con Oscar Piastri por detrás y su compañero, Carlos Sainz, tercero.
No fue la tarde de Red Bull. Sergio Pérez cayó a las primeras de cambio, perjudicado por el tráfico. Situación simular que vivió Fernando Alonso en la Q1. El Aston Martin, con mucho tráfico en el tramo final de su vuelta, no pudo clasificarse para la segunda sesión.
Y en Mónaco es muy difícil adelantar. El orden de los equipos prácticamente se decide el sábado. Por lo que ni Verstappen ni Checo lo tendrán sencillo para remontar. Sobre todo Max, que se está jugando el campeonato del mundo de la Fórmula 1.
Lando Norris sale justo por delante. El que le robó la victoria en Miami y tanto se acercó en Ímola. Será una lucha titánica. Y Verstappen tiene toda la presión con un Red Bull que cada vez es menos dominante. La cara de Christian Horner en el box lo decía todo.