Es la segunda victoria de Oscar Piastri con McLaren. La de Bakú fue brillante, una vez más, por esa increíble pasada que le hizo a Charles Leclerc donde nadie lo esperaba. Y también porque no hizo caso a las indicaciones de su ingeniero de pista.

Ha contado el propio Oscar que desobedeció las órdenes que le llegaron desde el muro... y que por eso se llevó el triunfo.

"Lo sentí un poco por mi ingeniero de carrera porque básicamente intenté hacer eso en el primer stint y me quedé sin neumáticos. Mi ingeniero me llamó por radio y me dijo: 'No volvamos a hacer eso', pero no le hice caso en la siguiente vuelta y me fui por el interior. Es lo que me hizo ganar la carrera", indica el australiano.

Reconoce que asumió un riesgo muy alto, pero que le salió bien: "Era un alto riesgo, un alto compromiso, pero eso es lo que tenía que hacer para tratar de ganar la carrera, porque realmente no iba a estar tan interesado en terminar segundo".

Una vez que pasó a Charles, defendió de manera brutal: "Sabía que ponerme en cabeza iba a ser, digamos, el 40% del trabajo, pero que mantenerlo iba a ser el 60%".

"Sabía que iba a usar mucho los neumáticos para intentar ponerme delante y sabía el impacto que eso tenía en el primer stint", sentencia un Piastri que está demostrando que está capacitado para liderar un equipo aspirante a todo como es McLaren.