Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, habría intentado detener la celebración del Gran Premio de Las Vegas. Esas son las sospechas que recaen sobre él y ahora, antes de la cita de Australia de este fin de semana, ha salido a defenderse.
Dice el presidente de la FIA que sí apoyó la homologación de Las Vegas: "El presidente de la FIA es el que firma la homologación para la nueva pista, o para todas las pistas. Yo lo apoyé. Podría haber dicho que no, pero no lo hice".
"En cuanto mi equipo dijo que era seguro... porque soy piloto, me preocupo por el bienestar de los pilotos y de la gente que les rodea, nuestro personal y los comisarios. Lo hice. Fue algo importante", ha expresado Ben Sulayem en declaraciones que recoge 'SoyMotor'.
"Si hubiera dicho que no, habría sido desastroso para la F1. Pero habría sido legal. Soy prudente porque amo este deporte. Al fin y al cabo, estamos en el mismo barco. Puede que tengamos misiones diferentes. Pero estamos en el mismo barco. No podemos dejar que el deporte se hunda", se defiende.
La F1 corrió en Las Vegas por primera vez el año pasado. Una carrera muy polémica en la que Carlos Sainz se llevó por delante una alcantarilla durante los entrenamientos. Además, la F1 sancionó al Ferrari por un cambio de piezas... que había provocado las deficiencias en el circuito.