Después de Max Verstappen, el calor y la húmedad fueron los grandes protagonistas del Gran Premio de Qatar. Los pilotos sufrieron un auténtico infierno sobre la trazada y muchos presentaron severos síntomas de deshidratación al término de la carrera.

Uno de los grandes afectados fue el compañero de Fernando Alonso, Lance Stroll, que además de perder el conocimiento en la recta principal durante la carrera, salió escopeteado hacia la ambulancia una vez terminó la prueba.

Ya con el coche parado, el canadiense salió del monoplaza, avanzó un par de metros y se apoyó en el neumático delantero izquierdo para sostenerse en pie con serios síntomas de mareos. Acto seguido, Stroll acudió a la ambulancia que tenía a escasos pasos dejándose caer angustiosamente sobre la puerta del vehículo.

Este episodio evidencia las duras condiciones sobre las que corrieron los pilotos en el Gran Premio de Qatar. Visto el estado de los pilotos después de la carrera, la polémica se ha desatado a la hora de debatir la seguridad del gran premio.