Red Bull no quiere conceder la más mínima ventaja a sus rivales. Los austriacos han ganado con relativa comodidad los diez primeros grandes premios de la temporada.
Sin embargo, en Canadá y Gran Bretaña, dos de las tres últimas carreras, vieron cómo sus perseguidores acortaban su ventaja de forma considerable, haciendo que los triunfos con medio minuto de ventaja de las primeras citas de la temporada sean historia.
El equipo austriaco siente en la nuca el aliento de Aston Martin, Mercedes, Ferrari e incluso McLaren, por lo que han decidido ponerse las pilas en el desarrollo de su coche. Por ello, en el Gran Premio de Hungría estrenarán la primera gran actualización en el RB19.
El principal cambio estará en los pontones, que serán mucho más agresivos que los actuales. Según la revista alemana 'Auto Motor und Sport', un empleado de Red Bull ha asegurado que el coche "no solo será más rápido, sino que también se verá impresionante".
También introducirán pequeños cambios aerodinámicos en otras partes del coche, aunque de mucho menor calado. En total, se espera que con esta actualización, el Red Bull sea unas dos décimas de segundo más rápido por vuelta, lo que le permitiría recuperar parte del margen perdido respecto a sus perseguidores.