El desempeño de Red Bull durante este 2024 no está siendo tan dominador como en las últimas temporadas. El equipo austriaco comenzó el Campeonato sin encontrar rival, aunque en los Grandes Premios más recientes la situación ha cambiado.
Ferrari y McLaren ya le han 'robado' algunas victorias a los de Milton Keynes, por lo que todo parece indicar que Max Verstappen no lo tendrá tan fácil este año para llevarse el Mundial. De hecho, el propio neerlandés se ha mostrado especialmente crítico con algunos aspectos de su RB20.
Los pianos altos y los baches parecen ser el punto más débil del Red Bull, por lo que en Mónaco y en Canadá sufrieron más de lo habitual, teniendo que sudar de lo lindo para conseguir la victoria en Gilles Villeneuve.
La alta exigencia de los austriacos les lleva a situaciones peliagudas incluso después de conseguir la victoria en el último Gran Premio, en el que Verstappen aumentó su ventaja en la clasificación general hasta los 56 puntos respecto a Charles Leclerc.
Sin embargo, la presión sigue puesta sobre la escudería, algo a lo que Christian Horner, jefe de Red Bull, no ha querido darle la espalda: "A veces, durante el transcurso de un campeonato, hay aguas agitadas".
"Max es un cliente exigente, al igual que todos los miembros del equipo, por lo que solo expresa lo que el equipo siente. Todos aspiran a la excelencia. Así es este equipo y por lo que se esfuerza", remarcó Horner en unas declaraciones recogidas por 'Car and Driver'.