Red Bull está protagonizando este 2023 el mayor dominio de la historia de la Fórmula 1. Los austriacos han batido todos los récords ganando las doce primeras carreras de la temporada, algo que no había sucedido en los 73 años de historia de la categoría reina del automovilismo.

A principios de temporada, tanto Christian Horner, jefe del equipo, como Max Verstappen, aseguraron que debían aprovechar la ventaja, ya que los rivales irían dándole caza a lo largo del año.

Sin embargo, habiendo superado la mitad de la campaña, nadie ha conseguido poner en jaque a los actuales campeones del mundo, con la salvedad de Fernando Alonso en el Gran Premio de Mónaco.

Durante estos meses, los equipos han intentado averiguar cuál era la clave de la superioridad de Red Bull. Casi todos coincidían en que buena parte del éxito se debía a la eficiencia de su DRS, pero ningún equipo ha conseguido replicarlo en su coche, algo que sorprende a los dirigentes de la escudería de Milton Keynes.

Un misterio para los rivales

"Es increíble que la gente siga hablando de esto dos años después de que lo introdujéramos", ha dicho Pierre Waché, director técnico de Red Bull, en declaraciones a 'Motorsport.com'.

En ocasiones se ha dudado de que el alerón del RB19 podría ser ilegal, algo que sorprende al ingeniero francés. "Hemos pasado por numerosas pruebas de la FIA para verificar si teníamos algún truco o ventaja, y la gente no comprende por qué, en pistas con mucha carga aerodinámica, la ventaja desaparece".

Al responsable del diseño del Red Bull le parece extraño que nadie haya sido capaz de copiar el funcionamiento de su DRS. "Esto significa que aún no lo entienden completamente, y eso nos sorprende", ha concluido Pierre Waché.