Red Bull tiene un problema. Un problema de dinero. Un problema, también, con Sergio Pérez. El azteca, que no está logrando los resultados esperados, maquilló el fin de semana de Hungría con un gran séptimo puesto que hace que para Bélgica la alerta roja que se activó el sábado parezca haberse apagado. Sin embargo, lo del presupuesto sigue ahí.

Porque el mexicano destrozó el coche en la 'qualy' de Hungría. En la Q1, en cuanto comenzó a llover, Checo perdió el control del monoplaza para terminar directo contra las protecciones.

Y eso, aparte de costarle la clasificación y salir en Hungaroring casi al fondo de la parrilla, hizo que Red Bull tuviera que sacar, de nuevo, la chequera para arreglar el destrozo en el coche del mexicano.

En total, el coste por la reparación del monoplaza de Sergio Pérez le costó a Red Bull le hace ser más líder de una clasificación que ya lideraba en Silverstone.

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Porque nadie hace sombra a Checo en la clasificación del Mundial en cuanto a costes por daños. El mexicano ha sufrido ya varios accidentes, en especial ese de Mónaco en carrera, y ya acumula un total de 3,6 millones en reparaciones.

En Bélgica tiene un nuevo examen, y en Red Bull ya le han dicho que podrían tomar medidas. Ahora todo depende de saber si lo de Hungría, lo de la carrera de Hungría, fue una excepción o si fue el comienzo de algo para Checo. Si fue el punto de inflexión que necesita en una temporada más bien pobre por su parte.