Mala señal. Nueva mala señal para Sergio Pérez. El mexicano, renovado hasta 2026 pero con su futuro más en duda que nunca, ha vuelto a destrozar un Red Bull en una clasificación. En una clasificación que, como en Mónaco, no es un sábado cualquiera. Porque Hungría es lo que es, y adelantar en pista, en carrera, es más bien complicado.
Ahí ha sido donde el azteca se ha cargado otro coche. En la Q1, con la pista relativamente mojada por las gotas de lluvia que caían sobre el asfalto en ese momento, Checo perdió por completo su monoplaza y terminó contra las barreras.
Bandera roja, y el coche para el desguace. Era, en ese momento, noveno, y le favoreció el hecho de que la pista no mejoró una vez se reanudó la acción sobre el asfalto.
Fuera en Q1
Por eso no sale último. O entre los últimos. Por eso, aunque no cayó hasta la última posición, tomará la salida en Hungaroring desde la 16ª plaza.
No es ni mucho menos la mejor noticia posible para él. Tiene contrato, pero también parece ser que existe una cláusula doble por la que podrían bajarle a RB en caso de no cumplir con una serie de objetivos de rendimiento.
En el Mundial está lejísimos de Verstappen, como suele ser habitual, pero es que sus actuaciones están haciendo que Red Bull tema por el título de constructores.
En las últimas seis carreras, Pérez apenas ha sumado 14 puntos... y eso no es precisamente la mejor de las noticias. Su futuro, en el aire.