Acabar e irse a casa. Eso dijo Fernando Alonso que esperaba de la carrera de San Marino. De la prueba del Gran Premio de Emilia Romagna. En una pista, la de Imola, en la que adelantar es prácticamente imposible. Y sí, así fue. Así fue para él y también para muchos otros... Así fue para un bicampeón que terminó 19º para completar un fin de semana para olvidar.
Porque lo mejor del fin de semana de las mejoras de Aston Martin en el AMR24, al menos para Alonso, es que se ha terminado. Es que se ha acabado. Es que ya a peor no se puede ir. Que más abajo no se puede llegar. Porque han tocado fondo. Porque lo han hecho antes que en 2023. Porque el México de 2023 es el San Marino de 2024.
Todo lo que podía salir mal salió mal. Desde los primeros Libres. Desde ese fatídico tercer entrenamiento en el que Alonso cometió un error que a la postre fue fatal para la prueba. Un error, uno de los pocos que comete. Eso fue suficiente para no saber si sí o si no.
Más hacia abajo no se puede
Para no saber si es verdad que es el "paquete más agresivo" que se ha llevado al AMR24 o si esto es un nuevo desastre. Para saber si sí saben mejorar un coche, y trabajar en él, o si lo de 2023 fue un completo espejismo. Porque desde esa tercera sesión, nada.
Vigésimo en clasificación, tras dar una nueva excursión por la arena de Imola. Luego, en carrera, salida desde el pit lane para vivir tras Sargeant con gomas blandas. Su estrategia, supuestamente, a dos paradas. Dos que fueron tres para rascar la vuelta rápida y que así no sumara Russell, y Mercedes, ese punto. 'Spoiler': Misión fallida.
El resultado fue que no había ritmo. Salvo en el tercer 'stint', donde el coche parecía comportarse mejor con la goma media, lo más destacado de Aston Martin fue el fuego que apareció en la rueda delantera izquierda de Alonso y que trajo además ingratos recuerdos de Estados Unidos. Pudo apagarlo y seguir en pista para acabar penúltimo.
Habría sido último, más que posiblemente, de no haber sufrido Alex Albon un tuercazo de Williams que acabó en abandono. Porque todo lo que pudo salir mal, salió mal. Porque, como se expuso antes, lo mejor de la mejoría de Aston Martin para Imola es que la carrera se ha terminado.
Lo mejor, que se ha terminado
Es la mejor noticia, sin duda. Que ahora se puede mirar a Mónaco, donde a diferencia del pasado año ahora eso de la 33 va a ser que no. Mirar a una pista en la que pudo llegar la victoria en 2023. Este año toca lo que toca. Toca volver a la realidad. Toca valorar más lo que se logró hace no demasiado tiempo.