Lando Norris apenas tardó cien metros en colocarse por detrás de Max Verstappen. Segundo. Y ahí finalizó su carrera. En tierra de nadie. No podía acercarse a Max y tampoco tenía rival por detrás, con Fernando Alonso y Checo Pérez en una muy emocionante batalla.
El gran perjudicado fue Charles Leclerc, que en la vuelta de formación perdió el coche y acabó contra las protecciones. Salía segundo, por detrás de Max, por lo que podría haber luchado por las posiciones de podio en Brasil.
Su jefe en Ferrari, Fred Vasseur, habla de decepción absoluta: "Es más que decepcionante lo que ha pasado con Leclerc. Lo habíamos centrado todo en la carrera, no habíamos utilizado un juego nuevo en la clasificación para el Gran Premio".
"Fue un problema con el sistema que dirige el motor y se apagó, pero aún no sabemos la causa porque el coche no ha vuelto todavía", explica el jefe de la escudería de Maranello.
Cree Vasseur que habrían sido más rápidos que los Mercedes. Algo que no era complicado, por otra parte. "Teníamos mejor ritmo que los Mercedes este fin de semana y podríamos haber remontado mucho", detalla.
Esta es la explicación del ritmo que habría tenido Ferrari: "El problema es que cuando sales detrás haces todas las vueltas medio segundo más lento, y la diferencia aumenta. Hoy obviamente no teníamos el ritmo de Verstappen, pero no es representativo. No hay duda de que no hemos podido seguir el ritmo de Max, pero saliendo con Charles delante, con aire más limpio, habríamos sido más rápidos".
"Si no hay problemas con el motor, no tendría sentido penalizar por cambiar la unidad de potencia. Sin embargo, no creo que haya problemas con el motor", ha sentenciado.