El espectáculo siempre está presente en las previas de las carreras de Fórmula 1. En Miami, en Bahrein, en Arabia Saudí... y también en Austria.Pero, a veces, no sale bien. Y peor pudo haber salido viendo lo que sucedió en los minutos anteriores al semáforo verde en el Red Bull Ring. Porque pudo acabar mal. Muy mal.
Tres personas, ataviadas con una especie de 'jet packs', se pusieron a sobrevolar la pista de Spielberg. De las tres, de repente solo quedaba una... y luego, ninguna.
Porque en pleno directo, cuando le enfocaban las cámaras, el último de los tres 'hombres voladores' se fue al suelo. Estaba sonriente, cuando de repente parece que uno de los elementos del traje empezó a fallar. Directo al asfalto.
La caída fue limpia. Rodando, evitó males mayores y luego se puso en pie por sus propios medios para comenzar a saludar a la grada.
Oscar Piastri, piloto de McLaren, apareció en plano, en su box, justo después de la caída. El australiano se quedó alucinando con lo que había visto, miró a cámara y su reacción de no dar crédito a lo que acababa de suceder.
No hubo que lamentar nada más que el susto, pero a esa tecnología le falta un tiempo para ser fiable...
Insultos racistas sin culpable
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¿Qué pasó? Los hechos fueron gravísimos, lo reconoce el propio juez, pero solo lo corroboran los testimonios de la familia de la víctima. El aficionado acusado lo niega. La familia asegura haberse enterado por los medios de comunicación.