Esperpento total el que se ha vivido durante el primer día de Gran Premio de Las Vegas. Una alcantarilla mal fijada a la pista ha destrozado el Ferrari de un Carlos Sainz que, además, tiene que penalizar por cambiar baterías y motor en su coche. Además, los Libres 1 se suspendieron y los segundos acabaron a las 04:00 de la mañana.
Mientras que Toto Wolff, jefe de Mercedes, cargó contra todo aquel que criticase a Las Vegas, la afición que pagó cientos, o miles, de dólares para ver algo en la gran novedad del Mundial fueron desalojados de la pista. Sí, porque los Libres 2 se disputaron con cero aficionados en el circuito.
Su reacción, claro está, fue de un cabreo monumental con lo que había pasado. "Hemos esperado cuatro horas y nos dan esperanzas de que a las dos habrá actividad".
"¡Y nos dicen que nos vayamos!"
"Pero no pasó nada... ¡y nos dicen que nos vayamos! ¡Vaya noche! ¡Esto es ridículo!", dijo un aficionado a 'Sky Sports'.
Porque el dinero es el dinero: "Nos gastamos nuestros dólares para el avión y las entradas para venir aquí... y nada".
"Vinimos de Los Ángeles, y volamos solo para ver algo en los Libres", cuenta otro fan.
En ese sentido, relatan lo sucedido: "Tras dos o tres horas nos pidieron que nos fuéramos. No sabíamos si iba a haber algo, pero nos dijeron que nos teníamos que marchar. Qué decepción".
La organización se defiende
La organización del GP de Las Vegas, por su parte, emitió un comunicado: "Nuestra mayor prioridad es la seguridad de pilotos, aficionados y personal".
"Las medidas adicionales para la reanudación de la actividad requirieron de varias horas, y provocó retrasos en el programa. Por lo avanzado de la hora y las preocupaciones logísticas se tomó la complicada decisión de cerrar las zonas de aficionados", expuso la organización.