A escasos metros de la línea de meta se quedó Max Verstappen de ganar en el Circuito Mario del superventas Mario Kart 8 Deluxe. El neerlandés, que aprovechó la gala de la FIA para jugar con un joven piloto de karting al videojuego de Switch, firmó finalmente el que es su peor resultado en carrera desde el GP de Singapur de Fórmula 1. 

En Marina Bay se terminó quinto sumando diez puntos, y es justo el mismo resultado que ha obtenido con la moto de Luigi en el popular título de Nintendo.

 Verstappen mostró hechuras de que le da lo mismo realidad o ficción. De que le da lo mismo simulador que arcade. Sin embargo, cuando ya cantaba victoria, pasó algo que los jugadores de Mario Kart saben que puede pasar.

Porque le faltaba más bien poco para llegar a su destino. Para cruzar por la bandera a cuadros en primer lugar sin, eso sí, tener que escuchar el himno de Países Bajos en una posterior ceremonia de podio. Pero no, no fue posible. No se subió ni al cajón.

En la zona final de la pista, Verstappen se llevó un caparazón rojo (objeto que sigue al piloto que hay justo delante) y se estampó con unos neumáticos para posteriormente llevarse otro golpe que dejó a la moto de Luigi sin saber dónde estaba.

Con su adversario entrando primero a meta con Donkey Kong, él tuvo que conformarse con una quinta posición en carrera.

Eso sí, las risas que se echó el tricampeón del mundo de Fórmula 1 dejan claro que conducir y competir es algo que le encanta. Que conducir y competir, sea donde sea, es algo que le divierte.