Max Verstappen volvió a hacer gala de su dominio dentro y fuera de la trazada. El líder del mundial es muy consciente de su superioridad y eso le permite tomarse ciertos lujos en los micrófonos.

El neerlandés señaló irónicamente a las informaciones previas al Gran Premio de Austria que apuntaban un acercamiento por parte de las escuderías rivales de Red Bull.

"Exactamente, pero me encantaron todos los artículos al respecto...Algunos fines de semana funcionan un poco mejor para ti y otros no. Para mí, la carrera de Montreal no fue tan fantástica por nuestra parte. Sin embargo, creo que aquí –en Austria– hicimos un muy buen trabajo y, naturalmente, la brecha es un poco más grande", afirmó Verstappen en unas declaraciones recogidas por 'RaceFans'.

Es tal la osadía del piloto de Red Bull que ayer protagonizó uno de los momentos de mayor soberbia en toda la temporada. Cuando lideraba la carrera por 23 segundos de diferencia respecto al segundo, Charles Leclerc, Verstappen decidió entrar en boxes para cambiar los neumáticos e intentar hacer la vuelta rápida.

Aún sabiendo que durante la parada perdería 20 segundos, Verstappen decidió poner en riesgo la victoria por ir a por un solo punto. Al final, el resultado fue el mismo de siempre, Verstappen primero y mensaje a todos aquellos que por un momento, pensaron que estaban cerca de alcanzarlo.