El mal gusto ha traspasado una nueva frontera en el mundo del motociclismo. En Mugello, en Italia, hogar de Valentino Rossi y de sus fans más extremistas, ha aparecido una lápida con el nombre de Marc Márquez y con la fecha de su nacimiento y muerte, que coincidiría con la carrera de MotoGP transalpino.
La indecente puesta en escena se completa con un Márquez con la boca tapada, con la frase de 'es el momento de crecer' y con una cesta de ofrendas bajo el lema 'pide un deseo'. Pocos adjetivos pueden describir la imagen.