Más de 1.000 días después Marc Márquez volvió a ganar en MotoGP. Con la Gresini. En Aragón. Uno de sus circuitos favoritos. Desde el viernes demostró que era una de los grandes favoritos y lo confirmó tanto en la sprint como en la carrera. Y quiere más victorias.

Así lo dijo ante el micrófono de 'DAZN' después de la carrera. Marc siempre ha sido un ganador y no va a renunciar a nada: "El objetivo es sumar podios, pero soy ambicioso, ¿por qué no alguna otra victoria? Y preparar bien el próximo año...".

"Estoy súper contento. No lo he negado nunca, la venía persiguiendo, persiguiendo la victoria, pero sin obsesionarme en ningún momento. Se me ha hecho larguísima. Pensaba que se estaba acabando y me han marcado que quedaban doce vueltas, que es la mitad de la carrera. A partir de ahí, ha sido súper difícil concentrarse. Estaba pilotando muy bien, pero, a la vez, tenía margen. Había que concentrarse, mantener la cabeza serena, mantener los nervios y, sobre todo, fluir en pista, que era lo más difícil. Lo hemos conseguido. Lógicamente, no lo he conseguido solo, lo he conseguido con mucha gente detrás y estoy muy contento", ha explicado el piloto de Gresini.

Lo pudo celebrar con los suyos: "He tenido la gran suerte de conseguir mi primera victoria en uno de los grandes premios cerquita de casa, así que la mayoría de los que me han ayudado están aquí, sobre todo, familia, mi pareja, mi hermano, preparadores, mánagers, sin olvidarme del equipo Gresini, que me esperó en todo momento el año pasado, me han dado la oportunidad, me he sentido muy arropado".

"Seguro que me dejo a alguien, pero un deportista, aunque esté solo en pista, no está solo en casa. Hay todo un equipo de trabajo, de personas que en los malos momentos están allí. Son los que, realmente, te ayudan a navegar y sacar esas alas, como dice un amigo mío que lo lleva tatuado en el brazo y el sábado me dijo: 'Si te paran los pies, te salen las alas'", sentencia Marc.