Ha llegado el momento para Marc Márquez. El momento en el que se podría decidir su futuro en MotoGP. Seguir en Honda (le queda un año de contrato) o cambiar de aires con Gresini, de Ducati, como principal alternativa. ¿Y por qué ha llegado el momento? Porque este fin de semana se corre el Gran Premio de Japón, en casa de Honda.
Dijeron en Ducati que la intención de Marc era "hablar con la dirección de Honda" este fin de semana. Una conversación que marcaría su futuro. Desveló el ocho veces campeón del mundo que planes tenía varios. Hasta tres: "Plan A, B y C".
Está claro que dos de esos planes son quedarse en Honda o fichar por Gresini. El tercero es una incógnita en el paddock. ¿Otro equipo? ¿Un año sabático en la categoría reina?
Y todo ello en medio de las pruebas para 2024. Unas pruebas de las que Márquez no salió nada satisfecho. Incluso llegó a decir que la moto de este año era más competitiva que la del próximo año. Un muy mal presagio.
En La India Honda vio la luz. Márquez rozó el podio, pero acabó en el suelo como tantas veces esta temporada. Forzar la moto significa perder el control en el trazado. El de Cervera se ha visto obligado a no forzar cada fin de semana.
"Algo bonito en Motegi"
En declaraciones facilitadas por la marca Honda, Márquez ha apuntado a hacer "algo bonito" en el circuito de Motegi, en el GP de Japón. "Siempre es una carrera especial para nosotros, sobre todo cuando eres piloto de Honda".
"Las condiciones en Motegi suelen cambiar mucho, así que tendremos que adaptarnos a medida que avance el fin de semana, pero nuestro objetivo general sigue siendo el mismo: progresar de forma constante y conseguir el mejor resultado posible", ha comentado el español, que podría afrontar el fin de semana que marque su futuro en el mundo de las motos.