Ryan Preece ha vuelto a nacer. El piloto estadounidense protagonizó este sábado un escalofriante accidente en la prueba de la Nascar en Daytona. A falta de cuatro vueltas para el final de la carrera, Erik Jones perdió el control de su Ford y chocó contra su compañero de equipo, Chase Briscoe, que impactó con Ryan Preece, empujándolo hacia la hierba.
El coche de Preece se clavó en el pasto y empezó a dar vueltas de campana y no paró hasta después de completar diez giros tras recorrer cientos de metros. Los equipos de emergencias llegaron al lugar del accidente temiéndose que las consecuencias fuesen graves, aunque, para sorpresa de todos, el piloto se encontraba bien.
Preece pudo salir del coche con la ayuda de los operarios y fue trasladado al hospital, donde pasó la noche en observación. Sin embargo, no sufre lesiones graves.
"El piloto de la NASCAR Cup Series Ryan Preece permanecerá durante la noche en el Halifax Mental Center para continuar en observación. El piloto del Ford Mustang nº 41 de Stewart-Haas Racing está despierto, alerta y móvil y se ha estado comunicando con su familia y amigos. Preece se someterá a una nueva evaluación por parte del personal médico esta misma mañana. Se proporcionará una actualización por la tarde", comunicó el equipo Stewart-Haas a través de sus redes sociales.