En el mundo del motor se suele decir que en los test se tiene que atender más a las caras en los garajes que a los tiempos en la tabla, pero en el caso de Marc Márquez se pueden usar ambos aspectos.

El octocampeón del mundo, tras rodar sus primeras siete vueltas con la Ducati de Gresini Racing, ha marcado el tercer mejor tiempo en una clasificación que, como es lógico, variará a lo largo de la jornada en Cheste.

Eso sí, tras bajarse de la moto, la cara de Márquez era un poema para bien: Marc le ha brindado una sonrisa a su ingeniero que denota que se ha sentido muy cómodo a lomos de la moto italiana.

A diferencia de la Honda, que en los dos últimos años ha sido una auténtica pesadilla para el de Cervera, la primera impresión del seis veces ganador de MotoGP aumenta la ilusión de cara a una temporada 2024 en la que, como también ha afirmado Ducati, apunta que Marc peleará por su novena corona.