Honda ha perdido a Marc Márquez. Ha perdido al mejor piloto de la parrilla de MotoGP porque su moto, simplemente, es la más difícil de pilotar. Y los otros equipos toman nota. Sobre todo Yamaha, que está en una situación con similitudes en el caso de Fabio Quartararo.

El director deportivo de Yamaha, Lin Jarvis, dice que lo ocurrido es "una señal fuerte": "Para nosotros la marcha de Márquez debe ser una señal fuerte, que nos motive a conseguir aún más para satisfacer a Quartararo dándole la moto que está esperando".

"Fue una sorpresa. Un ocho veces campeón del mundo con un contrato de cinco años que deje Honda en una situación catastrófica, sin soluciones para reemplazarlo... es un terremoto", explica.

A pesar de todo, cree que Yamaha no está viviendo los problemas que Honda: "Para nosotros es un poco menos complicado o nuestra moto no la veo tan imprevisible. Todavía vemos muchas caídas de los pilotos de Honda".

"Estoy contento que este alboroto haya ocurrido en Honda y no en Yamaha. Con solo dos pilotos, nos hubiésemos quedado en una posición terrible si Fabio nos hubiese pedido marcharse antes de que acabara su contrato. Espero que sea una cosa que podamos evitar en el futuro", reconoce.

Pero en la marca japonesa no se pueden relajar. Porque han sido cuartos en el mundial de equipos, sólo por delante precisamente de Honda. Ninguna victoria y tres podios es su balance de una pobre temporada 2023. Y el miedo de perder a Quartararo, campeón del mundo, está ahí.