Paola Pérez logró en los Juegos Panamericanos de Toronto en 2015 colgarse la medalla de plata en aguas abiertas. Sin embargo, cuatro años después, en la misma competición celebrada en Lima, salió tiritando del agua, con claros síntomas de hipotermia, debido a que no portaba un traje de baño adecuado que le mantuviera la temperatura corporal en una prueba de tal exigencia.
Los 14 grados a los que estaba el agua de la Laguna Bujama, al sur de Lima, prácticamente obligaban a llevar un traje de neopreno en la prueba femenina de 10 kilómetros en aguas abiertas. Paola Pérez recorrió seis vueltas hasta darse cuenta de que no podía continuar debido a que estaba sufriendo un ataque de hipotermia que la obligó a cesar en su empeño de finalizar la carrera.
El hecho de que no llevara el traje de baño adecuado radica en que la equipación que le había suministrado las autoridades deportivas venezolanas no estaba avalada por la Federación Internacional de Natación (FINA), por lo que no era el adecuado para competir en una prueba en la que se enfrentaba a una temperatura de 14 grados. Afortunadamente, la nadadora venezolana ya se encuentra en condiciones óptimas y pronto volverá a competir.